Rutas de Cicloalpinismo

RUTAS DE CICLOALPINISMO.

Este artículo fue publicado en el Nº26 de Bikes World en una versión algo más corta.

Las rutas de cicloalpinismo no es un tipo de actividad que le guste realizar a todos los riders, más bien lo contrario, ya que como su nombre indica, se fusionan en ellas dos mundos, el mountain bike y el alpinismo o senderismo de alta montaña. Por esa razón siempre que decidamos afrontar una ruta de este tipo, debemos saber que una parte de ella en menor o mayor medida será, no solo caminando o empujando nuestra bici, si no cargando a la espalda con ella en muchas ocasiones. A pesar de todo y a que la tecnología de las bicis ha evolucionado tanto que nos permite circular y bajar casi por cualquier sitio, es cada vez más frecuente que algunos ciclistas se aventuren a realizar este tipo de recorridos. Por ello os ofrecemos una serie de consejos básicos a tener en cuenta cuando decidamos acometer una de estas aventuras.

NO ES UNA RUTA NORMAL

La piedra angular de todos estos consejos debe ser tener muy claro dónde vamos. La alta montaña no es un lugar para tomarse a broma como una ruta normal de las que solemos hacer cerca de donde vivimos. En alta montaña además de un componente básico como es la altitud, que ya nos condicionará de por sí físicamente, existen multitud de variables más como los cambios de temperatura extremos y otros muchos riesgos como tormentas, zonas peligrosas de precipicio, y zonas de neveros con hielo y nieve. Si tenemos claro este concepto, lo primero que debemos adoptar es una serie de reglas básicas de seguridad que se aplican a las rutas o recorridos alpinistas, ya que el entorno es el mismo.

MEJOR EN VERANO. MADRUGAR TODO LO QUE PODAMOS Y MÁS

Lo más aconsejable es realizar estas rutas en verano por ser los días más largos y las temperaturas más altas, y madrugar todo lo que podamos. Nunca será suficiente, cuanto más pronto comencemos mucho mejor. Con esta regla de oro, no solo terminaremos antes nuestra ruta y podremos disfrutar mejor del día, si no que en caso de accidente tendremos un margen de tiempo para que nos busquen y rescaten. Debemos tener muy claro que los helicópteros no van a volar cuando esté cayendo la tarde, por tanto si sufrimos un accidente a última hora del día, lo más probable es que tengamos que pasar la noche a la intemperie. En alta montaña la temperatura baja mucho por la noche y si estamos heridos lo más probable es que entremos en hipotermia y nuestra vida puede correr serio peligro. Por tanto hay que evitar alargar este tipo de recorridos hasta última hora de la tarde. Así mismo estas rutas hay que realizarlas siempre acompañado por varios amigos.

ESTUDIAR EL RECORRIDO Y LOS HORARIOS DE LA RUTA

Todo lo que estudiemos el recorrido, casi hasta la obsesión, será poco para evitar sorpresas desagradables. Distancia, tiempos estimados de la ruta, altimetrías, previsión meteorológica, tipo de sendas y terreno, tiempos y distancias de porteo, y track de la ruta en varios gps si es la primera vez que la hacemos y no conocemos el lugar. Llevar un mapa en papel de la zona también es recomendable para ver el área por la que nos vamos a mover. Toda la información que llevemos nos será de utilidad a lo largo de la ruta, y nos daremos cuenta rápidamente. Si ven que vamos bien preparados e informados cuando nos preguntan detalles sobre la ruta, irán más relajados y el ambiente del grupo también mejorará durante la excursión.

REVISAR NUESTRA BICI A CONCIENCIA

Igual que nuestros cuerpos, nuestras bicis deberán soportar un desgaste y sufrimiento extra en este tipo de recorridos. Por eso es muy importante llevar la bici en perfecto estado. Cubiertas y pastillas de freno deben estar en muy buen estado. Cadena, cambios, cables y suspensiones revisados. Debemos pensar que quizá nuestros amigos llevan preparando a conciencia esta aventura mucho tiempo y que nuestra dejadez o desgana a la hora de tener la bici en un estado de mantenimiento óptimo puede suponer una avería importante en mitad de la ruta y dar al traste con todo el plan, viaje incluido, pues a veces nos hemos podido desplazar cientos de kilómetros, pagado hoteles, etc, para realizar esa aventura.

LLEVAR DE TODO, LA CASA A CUESTAS

Además de cargar con nuestra bici, quizá por horas sobre nuestras espaldas, debemos llevar todo lo que se nos ocurra que pueda hacernos falta. Lo primero son todas nuestras protecciones, pues las bajadas serán en ocasiones mucho más técnicas de lo normal o discurrirán por desfiladeros y zonas aéreas expuestas. La alta montaña suele tener zonas muy abruptas, cualquier caída tonta puede suponer una lesión importante. Llevar agua y comida de sobra, bocadillos, geles, fruta,barritas, frutos secos, pensando no solo en nosotros, sino en llevar siempre de más por si algún compañero necesita comer más de la cuenta, o por si tenemos una caída y tenemos que estar más horas de lo que habíamos pensado, estar bien hidratados hasta que vengan a rescatarnos.

Por supuesto debemos llevar herramientas y repuestos. Cables de cambio, cámaras, parches, patilla del cambio de repuesto, multiherramienta, bomba, etc. Una par de mantas térmicas no pesan ni ocupan,y pueden salvar nuestra vida. Un pequeño botiquín con lo esencial para curar una herida, analgésicos, antiinflamatorios y algún antihistamínico son imprescindibles. Además nuestra piel es muy sensible y debemos llevar crema para protegernos de los rayos UV, que a mucha altitud nos quemarán rápidamente. Un chubasquero, y una o varias prendas de ropa técnica tipo térmicas son obligatorias, así como una braga de cuello resulta extremadamente útil para muchas cosas. A lo largo del día sufriremos oscilaciones de temperatura de más de 20 grados, y si tenemos un accidente estas prendas nos serán de gran ayuda para evitar la hipotermia. Para guardar todo esto debemos olvidarnos de nuestra mini mochila dominguera y llevar una de unos 28-30 litros de capacidad. Y desde luego no olvidar el teléfono móvil cargado y una batería auxiliar con cable para cargarlo en caso necesario. Existen varias aplicaciones para nuestros móviles que nos dan las coordenadas exactas de donde estamos vía gps, e incluso mandan mensajes de auxilio a medios de emergencia o a familiares, es importante llevar instalada alguna de ellas que sepamos utilizar, todas suelen ser muy sencillas.

SER AUTOSUFICIENTE

Otra regla de oro. Todo el material y consejos no son para los demás, todos los que vayan a realizar la aventura deben llevar todo lo necesario, no debemos delegar nunca o confiar en que si tenemos un problema, avería, hambre, sed, herida, etc, nuestros amigos lo solucionarán porque son muy buenas personas. Cada uno debe ser responsable de sí mismo y no ser una carga para el resto del grupo, si no, es mejor que no vayamos, pues de lo contrario solo aportaremos trabas que generarán conflictos si ocurre un verdadero problema. Hay que ser autosuficiente.

CONOCER NUESTRAS LIMITACIONES. ESTAR EN UN ÓPTIMO ESTADO DE FORMA FÍSICA Y PSICOLÓGICA

Igualmente debemos tener claro que somos capaces de realizar la ruta a nivel físico. Portear la bici, quizá durante horas y todo el resto del material, en ocasiones a altitudes muy por encima de los 2.000 metros de altitud nos generará mucho cansancio y alto desgaste físico. Debemos ser conscientes de nuestras limitaciones y capacidades, y nunca afrontar un evento de este tipo como, «bueno, ya veremos, si no me doy la vuelta». En la montaña debemos evitar la improvisación al máximo, y más en cuanto a nuestras capacidades físicas. Podemos llegar a un punto de la ruta en el que estemos agotados y no sea posible dar la vuelta. Otro aspecto importante es el psicológico. Hay que realizar este tipo de rutas muy mentalizado de lo que vamos a hacer. En ocasiones por el agotamiento, por estar mucho tiempo sin ver signos de civilización, o por estar en una zona expuesta o peligrosa se pueden tener sensaciones de desasosiego o ataques de pánico que pueden terminar mal por tomar decisiones precipitadas o erróneas. Si nos ocurre esto, lo mejor es tratar de relajarnos, sentarnos o tumbarnos un rato, beber un poco y respirar profunda y calmadamente. Si es a un compañero al que se le presentan estos síntomas, debemos tocarle o agarrarle fuertemente para que se sienta protegido. Si creemos que no estamos preparados es mejor dedicarnos a otro tipo de recorridos más sencillos, O bien empezar por rutas ciclo alpinas más absequibles y cortas.

SABER ESTAR Y COMPORTARSE EN LA MONTAÑA

Debemos aplicar las mismas normas que en otros lugares. Los senderistas tienen prioridad y debemos cederles el paso en las sendas y parar o bajarnos de la bici si fuera necesario para evitar situaciones de peligro para ambos. Hay picos o zonas de alta montaña que están restringidos por ley o normativa para las bicicletas. Debemos informarnos antes si existe alguna limitación en la zona donde queremos ir, y si es así desistir de esa cumbre. Igualmente hay que tener especial cuidado con la flora y fauna del lugar, la alta montaña es un ecosistema muy sensible, aunque no lo parezca. No se debe asustar ni dar de comer a los animales que nos podamos encontrar, y lógicamente bajarnos todos los residuos que podamos generar en nuestra ruta.

LA RECOMPENSA

Alguna recompensa deben tener este tipo de exigentes rutas. Por supuesto que sí, puedes experimentar el sentimiento único de llegar con tu bici, quizá donde nadie ha subido y bajado antes con una bici, coleccionar momentos únicos, disfrutar de paisajes, lugares, y entornos increíbles, y experimentar una sensación de libertad y realización personal muy grande que permanecerá en nuestro recuerdo mucho tiempo, quizá para toda la vida.

JORGE TALUS

Experimentado guía de montaña y ciclismo, lleva años realizando rutas ciclo alpinas, siendo sus favoritas. Ha sufrido dos accidentes graves en alta montaña. Todos los consejos o advertencias que explicamos en este artículo, son experiencias reales y fruto de las vivencias en este tipo de recorridos.